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Una vez realizado el cambio de lámpara y la revisión del proyector, lo recibirá cómodamente en su casa.
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LA IMPORTANCIA DEL RECICLAJE DE LAS LÁMPARAS Y BOMBILLAS USADAS
Desde hace varios años, la Directiva 2002/96/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), se dedican a intentar reducir la cantidad de este tipo de residuos y concienciar a la gente para que recicle, haciendo ver la peligrosidad de sus componentes.
Todas las lámparas y bombillas, exceptuando las bombillas tradicionales y las lámparas alógenas, contienen mercurio, lo que hace necesario su reciclaje para no contaminar el medio ambiente. Algunos expertos afirman que BASTA LA DOSIS DE MERCURIO DE UNA BOMBILLA PARA CONTAMINAR TODA EL AGUA DE UNA PISCINA, con lo que podemos hacernos una idea del desastre ecológico que conlleva una mala gestión de este tipo de desechos.
Cada vez que sustituimos una lámpara o bombilla usada, generamos un residuo peligroso y contaminante, por lo que, debemos ser conscientes de que es necesario gestionar su desecho de una manera responsable. El reciclado del vidrio de una sola lámpara EVITA LA EMISIÓN DE DIEZ KILOS DE DIÓXIDO DE CARBONO (CO2) a la atmósfera, el equivalente al emitido por un coche durante un día y medio.
Después de todo lo expuesto, es justo decir que, cada vez más, los consumidores son conscientes de la importancia del reciclaje de este tipo de productos. Solo en 2010, se han reciclado casi 13 millones de lámparas, lo que supone un gran avance en la preservación del medio ambiente.
Además, es importante que todos sepamos que el reciclaje de este tipo de productos ofrece ventajas para todos, ya que, los materiales que se obtienen del reciclaje reducen costes en la fabricación de nuevos productos y son reutilizados para producir cosas de uso común que usamos todos, como son:
* Pavimentos para las carreteras.
* Envases de vidrio.
* Pavimentos cerámicos.
* Variadas aplicaciones de metal.
* Nuevas lámparas…, etc.
Actualmente, existen múltiples puntos en España donde poder depositar nuestras lámparas usadas:
En los puntos de venta o distribución.
En los puntos limpios o en puntos de recogida que deberá haber en municipios de más de 5.000 habitantes.
En caso de no conocer la ubicación de estos puntos, los consumidores pueden informarse en su ayuntamiento y, también, en las asociaciones de productores de bombillas, como Ecolum, que facilita una lista de Centros de Recogida Temporal de Residuos, o Ambilamp, que ofrece un teléfono para información y recogidas (900 102 749) y que dispone, según afirma, de más de 9.000 puntos de recogida y contenedores en toda España.
Para más información, visite www.ecolec.es
Desde hace varios años, la Directiva 2002/96/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), se dedican a intentar reducir la cantidad de este tipo de residuos y concienciar a la gente para que recicle, haciendo ver la peligrosidad de sus componentes.
Todas las lámparas y bombillas, exceptuando las bombillas tradicionales y las lámparas alógenas, contienen mercurio, lo que hace necesario su reciclaje para no contaminar el medio ambiente. Algunos expertos afirman que BASTA LA DOSIS DE MERCURIO DE UNA BOMBILLA PARA CONTAMINAR TODA EL AGUA DE UNA PISCINA, con lo que podemos hacernos una idea del desastre ecológico que conlleva una mala gestión de este tipo de desechos.
Cada vez que sustituimos una lámpara o bombilla usada, generamos un residuo peligroso y contaminante, por lo que, debemos ser conscientes de que es necesario gestionar su desecho de una manera responsable. El reciclado del vidrio de una sola lámpara EVITA LA EMISIÓN DE DIEZ KILOS DE DIÓXIDO DE CARBONO (CO2) a la atmósfera, el equivalente al emitido por un coche durante un día y medio.
Después de todo lo expuesto, es justo decir que, cada vez más, los consumidores son conscientes de la importancia del reciclaje de este tipo de productos. Solo en 2010, se han reciclado casi 13 millones de lámparas, lo que supone un gran avance en la preservación del medio ambiente.
Además, es importante que todos sepamos que el reciclaje de este tipo de productos ofrece ventajas para todos, ya que, los materiales que se obtienen del reciclaje reducen costes en la fabricación de nuevos productos y son reutilizados para producir cosas de uso común que usamos todos, como son:
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Desde hace varios años, la Directiva 2002/96/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), se dedican a intentar reducir la cantidad de este tipo de residuos y concienciar a la gente para que recicle, haciendo ver la peligrosidad de sus componentes.
Todas las lámparas y bombillas, exceptuando las bombillas tradicionales y las lámparas alógenas, contienen mercurio, lo que hace necesario su reciclaje para no contaminar el medio ambiente. Algunos expertos afirman que BASTA LA DOSIS DE MERCURIO DE UNA BOMBILLA PARA CONTAMINAR TODA EL AGUA DE UNA PISCINA, con lo que podemos hacernos una idea del desastre ecológico que conlleva una mala gestión de este tipo de desechos.
Cada vez que sustituimos una lámpara o bombilla usada, generamos un residuo peligroso y contaminante, por lo que, debemos ser conscientes de que es necesario gestionar su desecho de una manera responsable. El reciclado del vidrio de una sola lámpara EVITA LA EMISIÓN DE DIEZ KILOS DE DIÓXIDO DE CARBONO (CO2) a la atmósfera, el equivalente al emitido por un coche durante un día y medio.
Después de todo lo expuesto, es justo decir que, cada vez más, los consumidores son conscientes de la importancia del reciclaje de este tipo de productos. Solo en 2010, se han reciclado casi 13 millones de lámparas, lo que supone un gran avance en la preservación del medio ambiente.
Además, es importante que todos sepamos que el reciclaje de este tipo de productos ofrece ventajas para todos, ya que, los materiales que se obtienen del reciclaje reducen costes en la fabricación de nuevos productos y son reutilizados para producir cosas de uso común que usamos todos, como son:
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Cada vez que sustituimos una lámpara o bombilla usada, generamos un residuo peligroso y contaminante, por lo que, debemos ser conscientes de que es necesario gestionar su desecho de una manera responsable. El reciclado del vidrio de una sola lámpara EVITA LA EMISIÓN DE DIEZ KILOS DE DIÓXIDO DE CARBONO (CO2) a la atmósfera, el equivalente al emitido por un coche durante un día y medio.
Después de todo lo expuesto, es justo decir que, cada vez más, los consumidores son conscientes de la importancia del reciclaje de este tipo de productos. Solo en 2010, se han reciclado casi 13 millones de lámparas, lo que supone un gran avance en la preservación del medio ambiente.
Además, es importante que todos sepamos que el reciclaje de este tipo de productos ofrece ventajas para todos, ya que, los materiales que se obtienen del reciclaje reducen costes en la fabricación de nuevos productos y son reutilizados para producir cosas de uso común que usamos todos, como son:
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Todas las lámparas y bombillas, exceptuando las bombillas tradicionales y las lámparas alógenas, contienen mercurio, lo que hace necesario su reciclaje para no contaminar el medio ambiente. Algunos expertos afirman que BASTA LA DOSIS DE MERCURIO DE UNA BOMBILLA PARA CONTAMINAR TODA EL AGUA DE UNA PISCINA, con lo que podemos hacernos una idea del desastre ecológico que conlleva una mala gestión de este tipo de desechos.
Cada vez que sustituimos una lámpara o bombilla usada, generamos un residuo peligroso y contaminante, por lo que, debemos ser conscientes de que es necesario gestionar su desecho de una manera responsable. El reciclado del vidrio de una sola lámpara EVITA LA EMISIÓN DE DIEZ KILOS DE DIÓXIDO DE CARBONO (CO2) a la atmósfera, el equivalente al emitido por un coche durante un día y medio.
Después de todo lo expuesto, es justo decir que, cada vez más, los consumidores son conscientes de la importancia del reciclaje de este tipo de productos. Solo en 2010, se han reciclado casi 13 millones de lámparas, lo que supone un gran avance en la preservación del medio ambiente.
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LA IMPORTANCIA DEL RECICLAJE DE LAS LÁMPARAS Y BOMBILLAS USADAS
Desde hace varios años, la Directiva 2002/96/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), se dedican a intentar reducir la cantidad de este tipo de residuos y concienciar a la gente para que recicle, haciendo ver la peligrosidad de sus componentes.
Todas las lámparas y bombillas, exceptuando las bombillas tradicionales y las lámparas alógenas, contienen mercurio, lo que hace necesario su reciclaje para no contaminar el medio ambiente. Algunos expertos afirman que BASTA LA DOSIS DE MERCURIO DE UNA BOMBILLA PARA CONTAMINAR TODA EL AGUA DE UNA PISCINA, con lo que podemos hacernos una idea del desastre ecológico que conlleva una mala gestión de este tipo de desechos.
Cada vez que sustituimos una lámpara o bombilla usada, generamos un residuo peligroso y contaminante, por lo que, debemos ser conscientes de que es necesario gestionar su desecho de una manera responsable. El reciclado del vidrio de una sola lámpara EVITA LA EMISIÓN DE DIEZ KILOS DE DIÓXIDO DE CARBONO (CO2) a la atmósfera, el equivalente al emitido por un coche durante un día y medio.
Después de todo lo expuesto, es justo decir que, cada vez más, los consumidores son conscientes de la importancia del reciclaje de este tipo de productos. Solo en 2010, se han reciclado casi 13 millones de lámparas, lo que supone un gran avance en la preservación del medio ambiente.
Además, es importante que todos sepamos que el reciclaje de este tipo de productos ofrece ventajas para todos, ya que, los materiales que se obtienen del reciclaje reducen costes en la fabricación de nuevos productos y son reutilizados para producir cosas de uso común que usamos todos, como son:
* Pavimentos para las carreteras.
* Envases de vidrio.
* Pavimentos cerámicos.
* Variadas aplicaciones de metal.
* Nuevas lámparas…, etc.
Actualmente, existen múltiples puntos en España donde poder depositar nuestras lámparas usadas:
En los puntos de venta o distribución.
En los puntos limpios o en puntos de recogida que deberá haber en municipios de más de 5.000 habitantes.
En caso de no conocer la ubicación de estos puntos, los consumidores pueden informarse en su ayuntamiento y, también, en las asociaciones de productores de bombillas, como Ecolum, que facilita una lista de Centros de Recogida Temporal de Residuos, o Ambilamp, que ofrece un teléfono para información y recogidas (900 102 749) y que dispone, según afirma, de más de 9.000 puntos de recogida y contenedores en toda España.
Para más información, visite www.ecolec.es
Desde hace varios años, la Directiva 2002/96/CE del Parlamento Europeo y del Consejo sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), se dedican a intentar reducir la cantidad de este tipo de residuos y concienciar a la gente para que recicle, haciendo ver la peligrosidad de sus componentes.
Todas las lámparas y bombillas, exceptuando las bombillas tradicionales y las lámparas alógenas, contienen mercurio, lo que hace necesario su reciclaje para no contaminar el medio ambiente. Algunos expertos afirman que BASTA LA DOSIS DE MERCURIO DE UNA BOMBILLA PARA CONTAMINAR TODA EL AGUA DE UNA PISCINA, con lo que podemos hacernos una idea del desastre ecológico que conlleva una mala gestión de este tipo de desechos.
Cada vez que sustituimos una lámpara o bombilla usada, generamos un residuo peligroso y contaminante, por lo que, debemos ser conscientes de que es necesario gestionar su desecho de una manera responsable. El reciclado del vidrio de una sola lámpara EVITA LA EMISIÓN DE DIEZ KILOS DE DIÓXIDO DE CARBONO (CO2) a la atmósfera, el equivalente al emitido por un coche durante un día y medio.
Después de todo lo expuesto, es justo decir que, cada vez más, los consumidores son conscientes de la importancia del reciclaje de este tipo de productos. Solo en 2010, se han reciclado casi 13 millones de lámparas, lo que supone un gran avance en la preservación del medio ambiente.
Además, es importante que todos sepamos que el reciclaje de este tipo de productos ofrece ventajas para todos, ya que, los materiales que se obtienen del reciclaje reducen costes en la fabricación de nuevos productos y son reutilizados para producir cosas de uso común que usamos todos, como son:
* Pavimentos para las carreteras.
* Envases de vidrio.
* Pavimentos cerámicos.
* Variadas aplicaciones de metal.
* Nuevas lámparas…, etc.
Actualmente, existen múltiples puntos en España donde poder depositar nuestras lámparas usadas:
En los puntos de venta o distribución.
En los puntos limpios o en puntos de recogida que deberá haber en municipios de más de 5.000 habitantes.
En caso de no conocer la ubicación de estos puntos, los consumidores pueden informarse en su ayuntamiento y, también, en las asociaciones de productores de bombillas, como Ecolum, que facilita una lista de Centros de Recogida Temporal de Residuos, o Ambilamp, que ofrece un teléfono para información y recogidas (900 102 749) y que dispone, según afirma, de más de 9.000 puntos de recogida y contenedores en toda España.
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